Con las primeras olas de calor estamos comenzando a notar cómo el uso de las mascarillas provoca sudor en la zona bucal y, en algunos casos, hasta llega a irritar la piel, llegando incluso a producir pequeñas afecciones cutáneas.
Si esta época del año, nuestra piel se expone a dermatitis atópicas, seborréicas, irritativas, rosácea y acné; se preveé que con el uso obligatorio que en la nueva normalidad se hace de las mascarillas, dada su contrastada efectividad frente a la expansión del covid-19, se manifiesten con una mayor incidencia entre la población.
A éste factor atmosférico hay que sumar el hecho de que nuestra piel no ha estado expuesta a los rayos de sol como es habitual durante las semanas del confinamiento casero, por lo que ésta se encuentra especialmente sensible y proclive a las incidencias causadas por el calor.
Por eso se aconseja que limpiemos la zona que irá cubierta por la mascarilla de forma habitual y, en caso de que fuera necesario, utilizar ácido hialurónico que ayude a reforzar la protección de nuestra piel, o bien usar proteoglicanos para favorecer la retención de agua en nuestra piel ( rogamos consulten a su médico o farmaceútico antes de aplicar cualquier producto ).
También se desaconseja el uso de maquillajes que obstruyan los poros, es decir, los maquillajes oclusivos, pues esto no permitirá su correcta transpiración y puede suponer un factor de riesgo añadido para la salud de nuestra piel.
En cuanto al acné, es de suponer que la acumulación de sudor y grasa debajo de las mascarillas contribuirá a la aparición de bacterias durante estas fechas calurosas, por lo que las autoridades sanitarias aconsejan que, para evitar su incidencia, se intente cambiar de modelo de mascarilla habitualmente, pues así también evitaremos que el roce de las costuras dañen una zona en concreto de nuestro rostro.
En este sentido, el Colegio oficial de Farmacéuticos de Madrid ha publicado una serie de consejos para que el uso prolongado de mascarillas no afecte a nuestra salud cutánea en esta época de calor: Limpiarse el rostro con agua templada y jabones no perfumados, antes y después de ponerse la mascarilla; usar una crema hidratante regeneradora; evitar el uso de maquillaje; usar bálsamo labial para humedecer los labios; aplicar protección solar debajo de las mascarillas, ya que éstas no protegen de las radiaciones solares.
Siguiendo estas indicaciones podremos sobrellevar el calor y el uso de mascarillas. Porque no olvidemos que, antes que nada, lo importante es protegernos del coronavirus y evitar los rebrotes que están desgraciadamente sucediendo alrededor del planeta.