Cuando la curva del índice de infectados parecía haber descendido para desaparecer de nuestras vidas, el levantamiento del confinamiento hogareño, junto con apertura de fronteras y libre movimiento de la ciudadanía, nos está trayendo a la actualidad una triste realidad: el covid-19 sigue ahí, y, a diferencia de la primera oleada de contagios, más rápida y agresiva, en esta ocasión parece ser que son los portadores no sintomáticos los que están ayudando a reinfectar a parte de la población.
Ante una situación tan catastrófica como es una pandemia como la que nos está afectando a nivel mundial, y ante lo difícil que resulta su contención en un mundo globalizado, no queda más remedio que recalcar en la importancia y la gravedad de la situación y recordar que las medidas de precaución deben de seguir vigentes.
Porque, sin ánimo de ser pesimistas, es más que previsible que en próximo otoño, con la bajada de temperaturas, el coronavirus vuelva a propagarse con más fuerza todavía si cabe.
En muchos puntos del planeta se está viviendo episodios de alarma y obligaciones de confinamiento de la población, lo que parecía ya cosa del pasado.
Por eso aconsejamos estar atentos a los medios de comunicación y los mensajes que propagan por ellos las autoridades sanitarias pertinentes.
Esta todavía no es una batalla ganada, pero lo será. Aunque no cabe bajar la guardia dada la situación.