Las mascarillas han pasado a formar parte de nuestra rutina diaria desgraciadamente, y así será hasta que el coronavirus sea definitivamente controlado, que esperamos sea lo más pronto posible.
Mientras tanto creemos que conviene que la población tenga el mayor grado de información que sea posible al respecto, más que nada para evitar un mal uso de las mascarillas que pudiera tener nefastas consecuencias. Y así lo han entendido las autoridades sanitarias de prácticamente todos los países del mundo, que se han apresurado a publicar notas informativas dando indicaciones claras para evitar el contagio, entre las que se encuentran indicaciones sobre los tipos de mascarillas y sus usos.
Así, se puede indicar que hay tres tipos principales de mascarillas:
– Quirúrgicas: que son las que deben ser usadas principalmente por las personas enfermas. Son una barrera efectiva tanto para protegerse del exterior como para proteger a las otras personas ( aunque su uso ha se ser combinado con el resto de medidas de protección social e higiénicas establecidas: 2 metros de distanciamiento interpersonal, combinado con la higiene de manos, entre otros ) Su periodo de usabilidad está marcado en su etiquetaje, y deben de desecharse en cuanto tengan sucieda o cierto grado de humedad. Dentro de las quirúrgicas existen dos grados: Tipo I y Tipo II, éstas últimas tienen un tratamiento hidrófugo que permiten rechazar las salpicaduras de sangre y líquidos en general.
– Higiénicas: son las que usa generalmente la población no contaminada y existe una gran variedad de modelos, por lo que no se pueden establecer normas generales y debemos de atender a las indicaciones que el fabricante establece en el packaging. En su bolsa indicará, por ejemplo, si son reutilizables, el grado de eficacia de filtración, su respirabilidad, y los ensayos a los que ha sido sometida. En relación a los ensayos, se establecen tres tipos: Las que cumplen con la norma UNE 0064 y 0065, las que han sido sometidas a otros ensayos no UNE y las que no han sido sometidas a ensayos ni verificaciones.
– EPI ( Equipos de Protección Individual ): son las que deben usarse por aquellas personas que están en contacto con el virus. Y están clasificadas en tres niveles, según la eficacia del grado de protección: FFP1 ( la más efectiva ), FFP2 y FFP3 ( la menos efectiva ). En este grupo se incluyen las mascarillas con válvula de exhalación, que, como ya lleva comunicándose desde hace tiempo, son válidas para protegerse del exterior, pero no son recomendables de usar para personas contaminadas, ya que por la válvula puede salir el virus e infectar a los demás.

En próximas entradas, Biosalud dará información detallada de cada una de estas familias de mascarillas.