Llega el otoño y en la mitad del globo comienza una etapa de lluvias. Y el uso obligado de mascarillas para andar por las calles de muchos países hace necesario saber que la humedad disminuye considerablemente su efectividad y, es más, acelera el crecimiento de microorganismos, por lo que las puede convertir en vehículos de transmisión potencialmente peligrosos.
La vida útil aconsejada de 4 horas de uso, en el caso de las mascarillas quirúrgicas desechables quedaría anulada en el caso de humedecerse por el agua de la lluvia y conviene secarla antes de volverla a usar. Por eso es aconsejable siempre llevar de más de una mascarilla de repuesto por si se moja, se ensucia o se daña la que estamos usando.
Ahora bien, conviene aclarar que la humedad procedente de nuestro organismo, hablamos de saliva, sudor, etc, es tiene mucho más riesgo de ser contaminante que el agua de lluvia, no obstante, conviene tomar las precauciones indicadas más arriba en el caso de mojarse con el agua de la lluvia.