Para aquellos que usan la misma mascarilla desechable durante días es importante que conozcan que quizá estén protegiéndose del coronavirus covid-19 con mayor eficacia que si no la usasen, pero, quizá no sospechen que el problema al que se están enfrentando está creciendo en la propia mascarilla, en forma de cultivo bacteriano.
Sí, porque ya no se trata solo de las bacterias procedentes de la zona bucal y colindantes, sino del resultado de su manipulación y la exposición a superficies no higienizadas cuando no está siendo usada.
Como resultado de todo ello es fácil que tras unos días de uso continuado aparezcan bacterias contaminantes y gramnegativas, estreptococos, estaflococos, bacilos y hasta incluso hongos. Lo que puede provocar fácilmente una infección de garganta o hasta incluso una neumonía.
Y es que hay que tener en cuenta que permanecen en una zona de acceso a la respiración y, además, en el estado de continua humedad en el que se encuentra, da como resultado una tormenta perfecta para nuestra salud.
Por eso los usuarios de mascarillas desechables tienen que tener en consideración que el uso máximo permitido es de 4 horas, y que el tiempo que exceda de tal periodo no es más que un tiempo de riesgo.