El Acrónimo EPI significa Equipo de Protección Individual. Y cuando hablamos de mascarillas EPI estamos hablando de equipamiento profesional, es decir, concebido para ser usado por aquellas personas que por su trabajo de índole sanitario están en contacto con personas infectadas o cuentan con amplias posibilidades de contraer una infección.
Dentro de las mascarillas EPI existen tres niveles de filtración:
– FFP1, que cuentan con un 78% mínimo de filtración. Protegen de la inhalación de polvo, aerosoles y malos olores.
– FFP2, cuentan con una eficacia mínima de filtración del 92%. Además de proteger frente a lo mismo que protegen las FFP1, también impiden que se inhalen fluídos tóxicos.
– FFP3, son las que mayor nivel de filtración poseen, que es del 98% como mínimo. En este caso son eficaces frente a virus, bacterias y esporas de hongos. Son las que se usan en ámbitos sanitarios.
La duración de uso es de 4 horas y hay que desestimar su uso cuando están húmedas, sucias o rasgadas.